Certificarse en cualquier esquema ISO, como puede ser la 9001 de Calidad o la 14001 de Medio Ambiente, requiere realizar auditorias internas con objeto de evaluar el sistema implantado de forma periódica.

En ocasiones, las auditorias internas no son llevadas a cabo como debieran y solamente se busca cubrir expediente, lo cual es un error.

Una auditoria interna bien realizada, requiere de inicio, una planificación y un equipo auditor experimentado. Veamos.

Es necesaria una planificación para asegurar que el personal requerido de la empresa estará disponible el día marcado y, por tanto, se podrá auditar con la mayor información posible.

Por otro lado, el equipo auditor debe contar con experiencia en el sector ya que así conocerá las áreas sensibles de la empresa y le permitirá profundizar en ellas.

Añadir a los requisitos anteriores, la duración de la auditoría, que, aunque con el paso del tiempo y si la empresa se establece, se irá reduciendo su peso. En los primeros años, es aconsejable que las auditorias internas se realicen con una duración mayor a la externa ya que es imprescindible detectar la mayor cantidad de desviaciones posibles de forma previa a la auditoría externa, para así poder corregirlas.

Nosotros como consultora de esquemas de certificación, realizamos cada auditoría interna con especialistas del sector, quien continuará la labor hasta que no esté plenamente conocida la organización y los resultados de la auditoría externa estén positivamente estables.

El requisito de las auditorías internas, además de estar presente en todos los esquemas ISO, es extensible a cualquier otra norma, como por ejemplo las normas agroalimentarias IFS y BRC en toda su extensión, debido a que, el papel de las auditorias internas es clave para garantizar el éxito del sistema implantado.