La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) tuvo conocimiento el pasado 16 de agosto, a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), de una notificación trasladada por las Autoridades Sanitarias de la Comunidad Autónoma de Andalucía relativa a un brote de intoxicación alimentaria. Dicho brote fue provocado por Listeria monocytogenes, asociado al consumo de carne mechada de la marca “La Mechá”, comercializada casi en su totalidad en Andalucía.

Según los datos ofrecidos por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, el número total de personas que han dado positivo en las pruebas de listeriosis en la comunidad autónoma ascendía a 114, a las 20 horas del lunes 19, último dato oficial. De ellas, 1 ha fallecido, 53 permanecen hospitalizadas, 18 son mujeres embarazadas y 2 son bebés recién nacidos.

Pero ¿Qué es la listeriosis?

La listeriosis es una enfermedad transmitida por los alimentos causada por la bacteria Listeria monocytogenes. Las personas pueden sufrir listeriosis después de comer alimentos contaminados.

El germen L. monocytogenes puede producir diferentes tipos de enfermedades: gastroenteritis por Listeria (cuadro digestivo) y enfermedades sistémicas (con dispersión por el torrente sanguíneo).

El desarrollo de la enfermedad depende de la cantidad de bacterias ingeridas, y sobre todo del estado inmunitario de la persona.

La enfermedad afecta de forma más grave en determinados grupos de riesgo como son:

  • Mujeres embarazadas: tienen que evitar consumir productos susceptibles de contener listeria, porque la bacteria se puede transmitir al feto por la placenta, o al bebé por el canal de parto, con consecuencias graves, ya que se ha asociado a meningitis, parto prematuro, aborto y muerte.
  • Niños recién nacidos.
  • Personas mayores de 65 años.
  • Personas inmunodeprimidas: son aquellas que han recibido un trasplante, que están en tratamiento de quimioterapia, diabéticos, enfermos de cáncer, que sufren el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), con enfermedad renal o hepática…

Por eso, estos grupos de riesgo tienen que tomar precauciones especiales.

Para el resto de la población, la enfermedad cursará sin síntomas o con una gastroenteritis de carácter leve, que se curará en poco tiempo.

¿Cuáles son los alimentos de riesgo?

Los alimentos de mayor riesgo son los siguientes:

  • Leche cruda (directa de vaca, oveja o cabra sin tratar ni hervir).
  • Quesos blandos elaborados con leche no pasteurizada.
  • Germinados crudos.
  • Pescado ahumado.
  • Carnes y derivados no cocinados o loncheados.
  • Frutas y verduras troceadas con antelación al consumo (se tienen que lavar, pelar y trocear justo en el momento del consumo).
  • Verduras crudas que no han sido limpiadas y desinfectadas.
  • Alimentos sobrantes.

¿Qué se puede hacer para prevenir la listeriosis en los grupos de riesgo?

  1. Evitar el consumo de alimentos de riesgo o consumirlos previo tratamiento térmico a más de 70ºC.
  2. Guardar las sobras de alimentos en la nevera a una temperatura < 4ºC lo más rápido posible (máximo 2 horas después de su preparación), en recipientes con tapa, y consumirlas antes de que pasen 2-3 días. También se pueden congelar el día de la preparación, si se tienen que guardar más días.
  3. Calentar las sobras antes de consumirlas, como mínimo a 70ºC
  4. Mantener la temperatura de la nevera a 4ºC como máximo.
  5. Lavar y/o pelar los vegetales que se tengan que consumir crudos justo antes de su consumo. No preparar con antelación.
  6. Desinfectar las verduras crudas en una solución de hipoclorito, en dosis indicadas por el fabricante, durante 5 minutos.
  7. Mantener la máxima higiene de utensilios, manos y superficies y cumplir las cuatro normas fundamentales de seguridad alimenticia (limpiar, separar, cocer y enfriar).
  8. Respetar las fechas de caducidad de los alimentos que se mantienen refrigerados.