Las tendencias de la sociedad marcan las pautas de las organizaciones, y las normas ISO no se quedan atrás. Si bien en 2018 veíamos como todas las empresas se adaptaban a la última versión de la norma ISO 14001 de Gestión Ambiental, el año 2020 trae consigo la necesidad de adaptación a la ISO 50001:2018 de Eficiencia Energética.

Aunque a diferencia de otras normas, la nueva versión no trae consigo grandes cambios si permite mejorar la integración de la ISO 50001:2018 de Eficiencia Energética a otras normas (la famosa estructura de alto nivel). En la versión 2011 aspectos como la identificación de las partes interesadas, el análisis del contexto e incluso la apreciación de riesgos y oportunidades estaban implícitos. En esta nueva versión, las clausulas son claras y en caso de dudas, la propia norma nos facilita su enfoque en su Anexo A.3. En cuanto al resto de apartados, los cambios presentados son mínimos, más bien aclaratorios, debemos determinar los tipos de energía, definir responsables, medir y establecer objetivos para finalmente evaluar todo a través de los conocidísimos métodos de las normas ISO: Revisión por Dirección y Auditorias Internas.

Con la experiencia recabada en años de implantación de la norma ISO 50001 en Andalucía, y concretamente en las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla, donde el clima en el sistema de eficiencia energética juega un papel determinante, la nueva versión nos permite trabajar mejor la unificación con otras normas reduciendo así “papeleo” y centrándonos en lo más importante: la mejora continua del Sistema de Eficiencia Energética.