¿Por qué estás aquí lector?

Como expertos en SQAS, la respuesta es simple: Te la exigen de forma directa o te invitan a ello. Quizás seas tú parte de la empresa, o el consultor/asesor de la misma. En cualquier cosa el marrón está servido.

 

¿Qué es la SQAS?

No es cuestión de soltar una chapa, ya que para eso hay innumerables noticias de las bondades de esta. Te hablaré a ti, como empresa o a ti, como consultor. Después de leer esta noticia deberás ser consciente a donde vas.

La SQAS, es otra norma más, con sus requisitos a cumplir como en la archiconocida ISO 9001, aunque sus peculiaridades son varias y muy a tener en cuenta.

Puedo decirte, que la norma es un “Todo en Uno”. Cubre medioambiente, prevención de riesgos, protección de la información, responsabilidad corporativa y por supuesto calidad. En todos los ámbitos va más allá que la norma de referencia tipo de cada campo.

Si eres empresario, la norma te va a exigir un presupuesto alto y mucho tiempo y aunque dispongas de un Dpto. de calidad, mi recomendación pasa porque previamente se formen o contraten a un consultor especializado. El tiempo es oro.

Si el rol es de consultor. El grado de dificultad es elevado y el desgaste mental significativo, no vale solo con preparar registros, el personal de la organización debe conocerlo y aplicarlo… sino la auditoría puede hacerse muy larga.

 

Peculiaridades de la norma

La SQAS es especial, y lo demuestra en:

– Auditoria obligatoria solo cada 3 años. Las intermedias con opcionales, pueden hacerse tantas como se quieran y pueden ser parciales o completa.

– Puntuación. No existe una puntuación mínima, una empresa no se certifica, sino que dispone de una nota y es su cliente quien determinará si es válida o no.

– Se contrata vía certificadora o directamente con un auditor (sqas.org).

– Dispone de dos bloques, el denominado CORE, aplicable a todas las empresas y el específico por sector. La auditoria la conforman la suma de ambos.

 

Planificación de una Auditoria SQAS

Realizar una mini auditoría interna, y analizar el estado de cada bloque.

Según la empresa, es preferible ir a la auditoria abandonando algún bloque, ya sea por falta de tiempo o costes, y en el futuro auditar solo ese bloque (el resto de puntuación se guarda).

Una vez conocida las fortalezas y debilidades de cada bloque, hay que valorar cada requisito en base a su complejidad, empieza por lo sencillo. Gana puntos.

Para cerrar, no “creas”, en SQAS un auditor te valorará como uno si estima que es 100% conforme.

 

¿Más información?

Estamos encantado de atenderte.